En el trabajo “Achieving the Sustainable Development Goals: The Role of Financial Inclusion” publicado en 2016, la Secretaría General para la Inclusión Financiera y el Desarrollo de las Naciones Unidas (UNSGSA) y el Consultative Group Against the Poor (CGAP) del Banco Mundial sostienen que la inclusión financiera ayuda a promover distintos objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Específicamente, señala que existe evidencia robusta para afirmar el fomento de los primeros cinco ODS de la Agenda 2030 mediante la inclusión financiera.
No obstante, añade, el acceso a servicios financieros promovería sólo indirectamente el ODS número 7 que declara “garantizar el acceso universal a servicios de energía asequibles, segura, sostenible y moderna para todos”. Esto es, aunque la literatura todavía no documenta empíricamente este impacto, existen casos e iniciativas concretas que animan a pensar un vínculo positivo pero poco explorado entre la inclusión financiera y el acceso a energía sostenible.
¿De qué manera las finanzas inclusivas y las microfinanzas pueden ayudar a revertir esta problemática de un modo sostenible? A continuación analizamos algunos ejemplos que invitan a pensar esta relación virtuosa pero poco impulsada por gobiernos locales.
Casos Globales
Según distintos relevamientos, numerosas instituciones de microfinanzas a nivel mundial otorgan préstamos de muy pequeña escala para resolver problemas de energía de manera sostenible. Un ejemplo de ello lo constituye Solar Sister, institución que otorga microcréditos a mujeres para la compra de kits solares completos a 200 dólares que sirven para que alumbren sus casas o inicien sus emprendimientos relacionados a la carga de móviles.
Por su parte, algunas compañías están apalancándose en la lógica del “pago por uso” (pay as you go o PAYGO) para aumentar el acceso al agua y a otros servicios esenciales entre los pobres. Más de 30 países tienen modelos PAYGO que proporcionan servicio de energía fuera de la red a cambio de micropagos continuos. Angaza Design (Kenia, Tanzania) y divi Power (Namibia, Kenia, Ghana, Somalilandia, Perú) son dos compañías que han desarrollado luces solares portátiles que los consumidores fuera de la red pueden pagar en 3-12 meses a través de una combinación de financiamiento en puntos de venta, pagos móviles y precios PAYGO.
Algunos otros modelos transfieren la propiedad de los activos a los usuarios después de un período de pago limitado. Estos modelos reducen el costo y el tamaño de los préstamos para financiar los pagos de servicios energéticos entre los usuarios. M-KOPA en Kenia y Angaza Design en Tanzania son ejemplos de vendedores de equipos solares que están utilizando con éxito el modelo PAYGO en África.
El caso argentino
En nuestro país se sancionó la Ley N° 27.191 en el año 2015 que establece el “Régimen de Fomento Nacional para el uso de Fuentes Renovables de Energía destinada a la Producción de Energía Eléctrica”. Uno de los objetivos establecidos con la nueva ley es que el 20% de la electricidad producida por el país se genere a partir de fuentes renovables para el 2025. Esta meta se alinea al compromiso con la Agenda 2030 de desarrollo sostenible y se extiende al G20 que preside Argentina con la inauguración del foro de Transiciones Energéticas, el primero del G20 en materia de eficiencia energética y energías renovables.
No obstante, el caso argentino ilustra pocas iniciativas de acceso a energía mediante programas de finanzas inclusivas o microfinanzas. Por ejemplo, desde mayo de 2017, el Instituto de Vivienda y Urbanismo de Jujuy (Ivuj) se encuentra implementando el programa de microcréditos "Con el sol ahorramos", a través del cual las familias jujeñas acceden a termotanques solares de manera rápida y sencilla. Los requisitos para acceder al microcrédito son personas adjudicatarias de FONAVI (fondo nacional de la vivienda) y aquellas personas que tengan o habiten en viviendas particulares que cuenten con estructura de techo resistente.
Por otro lado, en la Provincia de Santa Fe se encuentra vigente un programa destinado a facilitar la adquisición de calefones solares a través de una línea preferencial de crédito ofrecida por el Banco Santa Fe. Dicha línea cuenta con dos opciones, una de préstamos personales a tasas bajas hasta en 60 cuotas mensuales y otra en 18 cuotas sin interés, con la tarjeta de crédito del Banco Santa Fe. El objetivo es que los hogares de cualquier localidad de la provincia puedan afrontar el costo inicial del equipo y optar por un calefón solar.
La extensión del país y la baja densidad de población rural permanecen como barreras para el suministro universal de electricidad a un costo razonable. Si bien prima un consenso político de que la energía renovable es central para generar un desarrollo sostenible, aún es materia pendiente el acercamiento de las nuevas tecnologías en energías alternativas a las poblaciones más vulnerables que no cuentan con el acceso a servicios de electricidad y gas ni instrumentos financieros para asegurar su adquisición.
Reflexiones Finales
Durante 2017, año de las energías renovables, se iniciaron 147 proyectos de energías renovables en 18 provincias, coronados con el proyecto de construcción en Cauchari, provincia de Jujuy, del parque solar fotovoltaico más grande de Latinoamérica. Aunque son significativos los avances que se han realizado en materia de energías renovables, no se encuentra de manera explícita un discurso activo de orientar los esfuerzos del actual proceso de inclusión financiera para fomentar el acceso a las energías renovables. El impulso a que las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad accedan a fuentes de energías renovables mediante programas de microfinanciamiento es un camino poco explorado en nuestro país pero cuyo potencial se esgrime prometedor